La terapia EMDR, una terapia Innovadora para el tratar los traumas.

Publicado: 11 de noviembre de 2025, 16:37
  1. Terapias
La terapia EMDR, una terapia Innovadora para el tratar los traumas.

La terapia EMDR -que responde a las siglas de “Eye Movement Desensitization and Reprocessing” (traducido como Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares)- es una técnica de psicoterapia desarrollada a finales de los años 80 por la psicóloga norteamericana Francine Shapiro. Shapiro observó que al mover los ojos de un lado a otro mientras pensaba en un recuerdo doloroso, su ansiedad disminuía. A partir de ahí comenzó una larga investigación que hoy sitúa la EMDR como una de las terapias más avaladas científicamente para el tratamiento del trauma.

El trauma psicológico no sólo tiene que ver con episodios bélicos o eventos accidentales, puede ser también la consecuencia de experiencias repetidas de rechazo, abandono, críticas, o una infancia en la que se aprendió a callar y aguantar. En todos esos casos, los recuerdos no se archivan de manera habitual, sino que quedan “atascados” en nuestro sistema nervioso con la misma carga emocional del día en que ocurrieron.

La EMDR busca liberar esa información bloqueada para que el recuerdo se integre. No borra lo vivido, sino que lo transforma en una experiencia pasada, ya no amenazante, permitiendo que la persona recupere sensación de calma y control.

¿Cómo funciona?

Cuando vivimos algo impactante, el cerebro entra en modo supervivencia. Es tan fuerte la emoción que algunas partes del sistema nervioso se “desconectan” y la experiencia se graba sin llegar a procesarse del todo. Años después, basta un pequeño detalle para que esa red se reactive y sintamos miedo, ansiedad o culpa, aunque racionalmente sepamos que ya pasó.

La EMDR actúa como un procesador emocional. Durante la sesión, el terapeuta invita al paciente a traer a la mente una imagen o recuerdo significativo y, al mismo tiempo, aplica estimulación bilateral: movimientos oculares guiados, toques alternos o sonidos que se alternan de un lado a otro. Esa estimulación facilita que los dos hemisferios del cerebro colaboren, favoreciendo que la información se reprocese de manera natural.

A medida que avanza el trabajo, la intensidad del recuerdo disminuye. La persona empieza a notar que ya no se “engancha” al dolor ni reacciona con la misma fuerza. Donde antes había miedo o vergüenza, empieza a surgir comprensión, alivio e incluso compasión hacia uno mismo.

Un ejemplo cotidiano puede ayudar a entenderlo: igual que el cuerpo cicatriza una herida física cuando no hay infección, la mente también tiende a sanar cuando se restablecen las condiciones adecuadas. La EMDR ayuda precisamente a eso: a que el sistema de autocuración psicológica vuelva a funcionar.

¿En qué casos puede utilizarse?

El uso más conocido de EMDR es en el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), como el que pueden sufrir víctimas de accidentes, agresiones o catástrofes. Pero con los años su aplicación se ha ampliado notablemente.

Hoy se utiliza también en:

·       duelos complicados, para poder despedirse emocionalmente de alguien;

·       ansiedad y fobias, cuando el miedo tiene raíces en una experiencia concreta;

·       depresión reactiva o bloqueos vitales, donde hay dolor no resuelto;

·       dolor crónico con carga emocional reprimida, como migrañas o fibromialgia;

·       problemas de autoestima o autoconcepto, donde se trabaja el origen del autodiálogo negativo;

¿Qué dice la investigación?

Durante años hubo escepticismo con la EMDR porque su método parecía poco convencional. Sin embargo, las investigaciones acumuladas lo han situado entre las terapias más eficaces basadas en la evidencia. En 2013, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la incluyó entre los tratamientos recomendados para el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) junto con la terapia cognitivo-conductual. Desde entonces, su reconocimiento no ha hecho más que crecer.

En la actualidad existen más de 60 estudios controlados y revisiones meta-analíticas que avalan la eficacia de la EMDR. Los resultados no solo son comparables a los de otras terapias de referencia sino que, en algunos casos, muestran mejoras más rápidas y duraderas.

Aunque todavía se debate qué mecanismo exacto produce el cambio, la mayoría de autores coinciden en que el éxito de la EMDR combina tres elementos:

  • la activación del recuerdo
  • la estimulación bilateral
  • la presencia segura de un terapeuta entrenado.

¿Qué debe saber alguien que se plantea hacerlo?

EMDR no es hipnosis ni una técnica para “borrar recuerdos”. La persona está consciente en todo momento y mantiene el control del proceso. El trabajo puede remover emociones, pero se hace de forma gradual, asegurando siempre la estabilidad del paciente.

Antes de abordar recuerdos intensos, el terapeuta prepara a la persona con ejercicios de autorregulación, visualización de lugares seguros y recursos de calma. Es un proceso estructurado, pero profundamente humano: se avanza al ritmo que la persona puede tolerar.

Lo que las personas suelen contar tras vivir un proceso con EMDR

Cada historia es distinta, pero muchas personas describen sensaciones muy parecidas al terminar el proceso. Algunos dicen que el recuerdo “pierde fuerza”, como si se desvaneciera el ruido de fondo, y dejan de reaccionar automáticamente. Otros sienten alivio físico: respiran mejor, duermen mejor o notan que su cuerpo ya no se tensa igual.

También son frecuentes los cambios en la forma de mirarse a uno mismo. Donde antes había culpa, aparece comprensión; donde había vergüenza, surge orgullo por haber sobrevivido. Una paciente lo resumía así: “No he olvidado lo que pasó, pero ya no me duele recordarlo. Ahora lo miro como algo que viví, no como algo que me define.”

Desde la psicología, esto se entiende como la reintegración del recuerdo en la red de memoria adaptativa. Desde lo humano, simplemente, como una reconciliación con el propio pasado.

En Codex Psicología podemos atender tu caso, te proponemos una   intervención individualizada, teniendo en cuenta tus  características específicas y las de tu entorno. Con ello queremos dar una respuesta adecuada, proporcionando un tratamiento requerido para cada caso.

 

 

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